Cuánto cuesta montar un WordPress

Una pregunta recurrente que me llega varias veces por semana es cuánto vale montar un WordPress. Y todo viene por eso de que «es que WordPress es gratis». No, WordPress no es gratis, WordPress es libre.

Otra de las razones habituales es debido a la confusión que se genera debido al .COM donde está el servicio freemium de Automattic y que es una opción para muchos, pero un problema cuando quieres hacer cosas serias o quieres tener control absoluto.

Voy a enfocar esta entrada a personas que no tienen conocimientos técnicos, ya que en caso de tenerlos los costes se reducen (no mucho, pero hay detalles a tener en cuenta).

Antes de comenzar en detalle, me gustaría hacer una breve lista de los distintos elementos ya que, al menos, deberías tener controlados y con una cuenta en cada uno de los sitios para pode operar en ellos. Esto significa que deberás tener acceso al registrador del dominio, al servicio de DNS y al alojamiento web / hosting. Personalmente recomiendo usar servicios distintos para cada uno de estos servicios, de forma que si uno falla el resto siguen activos y es más simple generar redundancia.

Para empezar a montar un sitio web, cualquiera, es el registro del dominio. La única regla que pongo para esto es registrarlo en un registrador oficial (en general las webs serias tienen logos e información sobre esto). Personalmente, y como ya he comentado alguna vez, me gusta hacerlo en DonDominio ya que tienen buenos precios y el panel de administración es simple, además de dar la libertad y control absoluto de los dominios, que al final es lo importante.

Un dominio suele costar entre 8 y 80 euros al año, depende de la extensión. Lo más habitual es que ronde los 12-24 euros/año.

Esta es una de las partes más técnicas. Una vez tengas el dominio, el siguiente paso a tener en cuenta es el control de las DNS. Para las DNS me gusta utilizar Hurricane Electric DNS ya que tienen un servicio de DNS gratuito que cubre la mayoría de las necesidades y a todos los niveles, ya sea para un sitio local como para uno internacional.

Es muy probable que tu proveedor de hosting también te ofrezca su propio servicio de DNS. Si no tienes ni idea de cómo gestionarlas, lo mejor es que dejes todo en mano de los técnicos, por lo que alojarlas con el proveedor de hosting suele ser una buena idea ya que no tendrás que preocuparte de las IP, los TTL y cosas parecidas (ya sé que uso palabrejas; si no sabes que significan, tu mejor opción es dejarlo en manos del hosting).

En general las DNS son un servicio gratuito ya que puedes conseguir ambos servicios (externos o propios) sin problema. Eso sí, también hay servicios de pago si el sitio web se convierte en algo serio y con tráfico.

Una vez tenemos el dominio y las DNS, el siguiente y último paso (en la parte tecnológica) es el alojamiento. Aquí hay muchísimas opciones, pero en general, si te quieres basar por precio, un alojamiento mínimo suele costar al menos 120 euros/año, aunque por menos de 180 euros/año no sueles encontrar nada decente. Pagar unos 20 euros/mes es algo muy razonable en un alojamiento correcto y estable, que es el alojamiento web de WordPress que ofrezco yo.

El alojamiento web ha de tener unos mínimos que, como van variando, te recomiendo seguir en la página de Requerimientos para WordPress. Básicamente ha de tener una versión actualizada de PHP, de base de datos y capas de seguridad (al menos contra ataques masivos -DDoS- y un firewall / WAF).

Además, cuando hablamos de WordPress hemos de hablar de actualizaciones. El secreto de un buen WordPress radica en básicamente que se mantenga actualizado todo. Y cuando digo todo es todo: núcleo, themes, plugins, traducciones… En general los sistemas actuales de hosting solo actualizan el core, que en general es lo más seguro, dejando de lado themes y plugins que ya parten de ser lo más inseguro y es lo que en general la gente despreocupa.

Es por esto que deberías plantearte o hacerte una agenda de mantenimiento semanal, y dedicar 15-30 minutos a verificar que todo está al día, o contratar una empresa o alguien que haga los mantenimientos. Por ejemplo, en mi caso, ofrezco un servicio de mantenimiento de WordPress por 10 euros/mes.

Para acabar con esta parte técnica y continuando con la seguridad, has de tener presente tener copias de seguridad. En general es muy raro que un sitio desaparezca si está mantenido, pero a veces las máquinas fallan y se puede estropear un disco o una base de datos y el problema está en que no haya copias accesibles fácilmente. Te recomiendo que tengas varios sistemas de seguridad. Por lo general la propia empresa de hosting tiene unas copias mínimas pero en las que sueles depender de ellos por completo para casi todo. Por otro lado, tienes sistemas externos que alojan copias de forma diaria o cuando te apetezca y que son accesibles, aunque en este caso suelen ya tener un poco de coste. Por ejemplo, yo ofrezco copias de seguridad de WordPress desde 9 euros/trimestre.

Ahora ya tenemos el dominio, las DNS y el alojamiento web, lo que significa que ya tienes un WordPress montado. ¿Cuánto cuesta WordPress de por sí? Nada. WordPress es gratuito siempre y cuando lo descargues de WordPress.org, su web oficial. Instalarlo es muy fácil y en muchas ocasiones el hosting te ofrece su instalación con un clic para que no tengas ni que hacer la instalación o configuración de la base de datos y demás.

Una vez tienes WordPress instalado comienzan una serie de periplos varios. Lo primero es la elección del theme y plugins a utilizar. En mi experiencia personal recomiendo no focalizarse tanto en el theme en un inicio sino en la funcionalidad y en los contenidos, en hacer que la web haga y tenga lo que necesitas. Una vez tengas las funcionalidades, decides qué chapa y pintura le vas a poner. Esto es importante porque muchos proyectos de Internet fracasan debido a que se prima el diseño frente al funcionamiento, y al final tienes una cosa súper chula, pero que no funciona, no vende, va lenta y es un epic fail.

Con respecto a los plugins, intenta siempre buscar plugins en el repositorio oficial. Fíjate sobre todo en que sean compatible con tu versión de WordPress y con tu versión de PHP, que esté actualizado al menos desde los últimos 4 meses y que su historial de cambios tenga cierta consistencia.

A veces no encontrarás un plugin que haga lo que necesitas, o sí, pero que tiene una versión de pago. En general los plugins de pago suelen poder permitir la devolución del coste si tras probarlo no te sirve o no hace lo que necesitas. En esos casos, además de contactar con su creador, te recomiendo que le des feedback sobre qué es lo que no ha funcionado, porque puede que lo mejoren.

Pagar por un plugin premium es correcto si te da la funcionalidad que necesitas, porque no pagas por el plugin en sí sino por el soporte, además de dar soporte a los desarrolladores para poder seguir mejorando cada uno de los plugins que tienen. Tras cada plugin suele haber una o varias personas que se dedican a ello.

Plugins de pago hay de muchos precios. En general los más caros suelen tener que ver con comercio electrónico, relacionados con el plugin WooCommerce. Si te vas a dedicar a vender por Internet, dedica parte de tu presupuesto a la tecnología que te ayudará a generar ingresos. Si no dedicas tiempo y esfuerzo es lo mismo que si tuvieras una tienda a pie de calle que no tiene puertas, aire acondicionado, caja registradora y unos mínimos para que los clientes se sientan cómodos. Un sitio web es la versión digital de tu presencia física, así que actúa en consecuencia.

Retomando el tema de los themes (el diseño) la recomendación, siempre, es evitar los themes multipropósito (también conocidos como themes despropósitos) que básicamente son themes no optimos y que incluyen un editor visual para que aquellos que no tienen ni idea de diseño, maquetación o desarrollo hagan cosas chulas pero lentas. En estos casos tendrás dos problemas a medio plazo: la primera es que la web irá lenta y no habrá muchas opciones de optimizarla, por muchos plugins que le pongas. El segundo es que probablemente el editor visual que utilices funciona con un sistema no-estándar de almacenamiento de información, de forma que el día que decidas cambiar de plantilla perderás toda la información y tendrás que comenzar e cero en lo que a las páginas destacadas se refiere (o en todas aquellas que apliques un diseño personalizado). Themes hay gratuitos, que puedes encontrar en el repositorio, por ejemplo y tienes de 30-100 euros, que suelen ser de este modelo en el que «lo barato sale caro».

El siguiente nivel ya puede subir de precio pero es quizá la opción correcta: usar un framework o ir un paso más allá y usar un theme personalizado. En el caso de usar un framework la ventaja es que tendrás un aplantilla base que se puede ir actualizando y con mucha potencia, y por encima puedes poner una capa de diseño pero sin hacer muchos cambios de funcionalidad. Se pueden hacer trabajos que adapten funcionalidades, pero tendrás que ir al día según se vaya actualizando el framework para que todo lo que tiene el theme vaya acorde con él. En estos casos tienes themes prediseñados por 10-100 euros, aunque puedes conseguir algo un poco a medida por 500-1000 euros.

El nivel más alto es hacer algo a medida. En estos casos recomiendo mucho trabajar con un manual de identidad corporativa en el que el diseñador ya tenga todo lo necesario para no despistarse de su foco. En estos themes personalizados hay que integrar lo visual pero no las funcionalidades, que deben ir acompañadas de un plugin. Es decir, un theme personalizado debe ser el theme y un plugin, bien documentado, para que al cambiar de theme esos elementos que tenías, signa funcionando (aunque haya que adaptar el nuevo). En estos casos el trabajo suele ser mayor, ya que implica diseño, maquetación e implementación y desarrollo, pero puedes encontrar gente que haga las cosas bien entre 1000 y 10.000 euros (bueno, y para arriba todo lo que quieras). Una web corporativa podría rondar los 1.000 – 3.000 euros, dependiendo de cierta complejidad, y una web más compleja, como podría ser un comercio electrónico puede ir de los 2.500 a los 8.000 euros sin despeinarse.

Sin duda el mayor coste de un sitio web sigue estando en el frontal, «lo que se ve» y se sigue valorando muy poco la administración, «lo que no se ve», aunque en realidad suele ser infinitamente más importante su buen funcionamiento.

Cuando tienes ya un sitio web listo, también has de pensar en la escalabilidad. Si bienes cierto que antes comentaba que el precio del alojamiento web puede rondar los 240 euros/año, si tienes un comercio electrónico o un proyecto con cierto tráfico, que no se pueda optimizar o que requiera muchos recursos, puedes quedarte corto y necesitar algo mas de infraestructura, pero, esto, ya es otra historia (que me encanta y a la que me dedico, pero lo dicho, es otra historia).


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